Edificio de tres plantas, más sótano de aparcamiento, construido en una colonia residencial de principios del siglo XX con centros docentes y sanitarios, que ofrecen un entorno poco densificado, agradable y arbolado.

El edificio alberga un equipamiento sanitario privado. Su forma viene condicionada por la demanda de máximo aprovechamiento edificable. El reto consistía en establecer un diálogo con ese entorno al introducir una construcción nueva, muy tecnificada, al tiempo que se atiende a la imagen corporativa del edificio.

Ese diálogo con el entorno se propone a través de una volumetría semejante, de mayor rotundidad formal, pero concebida como un volumen ligero de vidrio que establezca una relación por contraste, persiguiendo suavizar el peso visual del edificio, al tiempo que se utiliza un vidrio que además refleje ese entorno, así como el cielo, el sol o las nubes. Un volumen sencillo de fachadas dinámicas por el reflejo, cambiantes con las horas del día y la noche.

Sistema de cerramiento con muro cortina y una segunda piel con vidrios templados tintados y serigrafiados, en fachada sur, que además de proteger del soleamiento dan privacidad. En el resto de fachadas un sistema de bandejas de chapas perforadas, con mismo despiece que los vidrios, realizando 3 tipos distintos de perforación, que intenta dinamizar los grandes paños de chapa. Estas bandejas se lacan en el color resultante de los vidrios, para ofrecer una lectura unitaria del edificio a pesar de tener materiales distintos en sus fachadas.

El interior se ha realizado con sistemas de suelos y techos técnicos, que permitan la modificación de las distribuciones