Partimos del principio de que una biblioteca y una estación de autobuses son equipamientos públicos que, atendiendo a su uso, a sus necesidades de entorno e incluso a su forma son claramente antagónicos.

Una biblioteca necesita silencio, y por tanto de una cierta tranquilidad en su entorno, por el contrario una estación de autobuses es un sitio donde el movimiento de autobuses, coches y gentes genera un dinamismo y un ruido a priori incompatible con una biblioteca.

La existencia en el límite sur del solar de la vía del tren aconseja la ubicación de la biblioteca en la parte más alejada de éste

Atendiendo a estas y otras razones proponemos la creación de una nueva calle, perpendicular a la calle del Guadalquivir, que:

– Sirva de separación funcional y conceptual entre biblioteca y estación de autobuses

– Esta nueva calle de dos carriles más carril de aparcamiento permite no sólo el acceso de los autobuses a la estación sino también el de los coches particulares, taxis, etc.

– Mediante la creación de esta calle nueva se establece una conexión inmediata desde el IES con la nueva biblioteca sencillamente mediante la apertura de una puerta en el IES.

La ordenación general se desarrolla en dos edificaciones bien diferenciadas, por un lado la biblioteca; un volumen puro en dos plantas retranqueado de todos los límites de la parcela, por otro la estación de autobuses que mediante la repetición de un módulo de cubierta abovedada y con la menor altura posible, persigue suavizar su implantación, fragmentando la cubierta mediante la curva y contra curva.

De esta forma se contraponen formalmente las dos edificaciones un volumen rotundo paralelepípedo y una cubierta ligera a modo de onda separados por una calle.